Las emociones como imanes |
Por ejemplo, cuando se está sintiendo mucha alegría y gratitud, nuestras emociones están enviando vibraciones de alta frecuencia que magnetizan sólo cosas buenas para nosotros, en el sentido de que cualquier cosa con la misma vibración de alta frecuencia, coincide con lo que estamos enviando.
Por otro lado, cuando estamos experimentando algo que no es la alegría, como el miedo, la preocupación, la culpa, las emociones que se envían son de baja frecuencia. Dado que las bajas frecuencias son tan magnéticas como las altas, van a atraer todas esas cosas negativas que nosotros sentimos, es decir, que las vibraciones negativas que emitimos serán devueltas hacia nosotros, causándonos mas angustia.
Así que si las vibraciones son de alta o baja frecuencia, vibracionalmente estamos atrayendo lo que sentimos. Nosotros somos los iniciadores de las vibraciones, por lo tanto, los imanes, la causa somos nosotros. Nos guste o no, hemos creado o se están creando en su totalidad. Nosotros podemos ser de carne y hueso, pero en primer lugar, somos energía - la energía magnética, que nos hace vivir y respirar.
Que loco como puede sonar que ahora resulta que somos seres electromagnéticos alrededor de tropezar con esta capacidad de magnetizar nuestras vidas sea cual sea, en el mundo que sea, sea el deseo que sea, o a través del control de los sentimientos que provienen de nuestros pensamientos.
Hasta que uno no consciente de aprender a anular la baja frecuencia generalizada que existen, vamos a mantener resultados desagradables en nuestras vidas día tras día.
La forma en que sienta que es la forma en que va a atraer las cosas. Y siempre esos sentimientos vienen de nuestros pensamientos, la creación de las instantáneas reacciones electromagnéticas en cadena que, en última instancia provoca que las cosas sucedan.
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